Gipuzkoa ya suma más de 200 denuncias de niños robados al nacer y dados a otros padres

FAMILIARES SOSPECHAN QUE EXISTIÓ UNA TRAMA EN CENTROS SANITARIOS DEL TERRITORIO

Decenas de posibles perjudicados se reunieron ayer en el gerontológico Txara I de Donostia para tomar la iniciativa

AITOR ANUNCIBAY - Sábado, 19 de Marzo de 2011

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En la imagen, un momento de la multitudinaria reunión que tuvo lugar ayer en Donostia con posibles afectados. (Javi Colmenero)

DONOSTIA. Las denuncias en Gipuzkoa por niños robados a sus padres en el mismo centro sanitario en el que nacieron y entregados en adopción a otros se extienden como una mancha de aceite. Ya son más de 200 los impresos de denuncia cumplimentados por personas afectadas por la trama de los niños robados con el objetivo de que la Fiscalía General del Estado se haga cargo de sus casos.

El edificio Txara I de Donostia puso ayer de relieve la creciente preocupación de centenares de guipuzcoanos que han echado la vista hacia el día en que nació algún miembro de su familia y los facultativos les comentaron que, o llegó al mundo sin vida, o falleció pocas horas después. Pero nunca quedó registrado en documento alguno el trágico final o, en todo caso, falsificado.

La sala de conferencias del centro gerontológico Txara I se quedó diminuta para acoger a los centenares de personas inquietadas por estas prácticas, que acudieron para escuchar las explicaciones de las portavoces de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir).

Los allí congregados compartían en muchos casos unos indicios comunes para pensar que su familiar fue robado. "Son motivos para sospechar cuando el hospital se negaba a enseñar el cadáver del bebé o ponía a la vista otro durante un segundo, y cuando el propio centro se hacía cargo del entierro, cosa que no le correspondía. Eso es suficiente para pensar que hay una trama de compraventa", señaló la portavoz de Anadir en Euskadi, Flor Díaz.

¿Quiénes eran las madres propicias para este robo? "La jovencita que acaba de dar a luz y tiene toda la vida por delante y la mujer que ya tenía varios hijos. Y eran familias de clase media en su mayoría", aclaró Díaz.

Esta mujer también afectada por la desaparición de un hermano resaltó que en Gipuzkoa se han dado casos hasta los años 90 y en ellos han estado implicados "pediatras, enfermeras, curas, monjas y funcionarios." "Ellos se pensaban que esto no iba a salir a la luz; han metido la gamba muchas veces. Eran intocables, dioses. Los niños eran una mercancía, han sido las víctimas", subrayó Díaz.

Algunas de las explicaciones dadas a padres robados resultaban crueles. "En algún caso decían que al niño lo habían metido en la incubadora y se les había quemado, así que no lo podían enseñar porque estaba achicharrado. En otro caso, les dijeron que el bebé se había quemado por dentro con la leche materna. Y era habitual decir que había nacido malformado", recordó Díaz.

Para tratar de aclarar el paradero de decenas de estos niños robados, las portavoces de Anadir recordaron a los asistentes que el próximo 2 de abril se tomarán en Vitoria muestras de ADN a los interesados para incluirlas en un banco que, en un futuro, cruce datos con las características genéticas de sus posibles familiares.

Probablemente, esta misma prueba se realice en Donostia, aunque no hay una fecha definida. "Lo que va a demostrar toda esta trama son las pruebas de ADN", enfatizó Díaz.

Díaz recordó a los asistentes que cuando se sospecha que han robado a alguien resulta necesario en el caso de los niños con más de 24 horas de vida buscar que estuviese inscrito en el Libro de Familia, pedir la partida de nacimiento y la de defunción, así como el acta y el certificado de fallecimiento.

Si sobrevivían menos de 24 horas se inscribían en un legajo como un aborto porque, a efectos legales, "no tenían identidad propia". "La mayoría de esos legajos están en el Palacio de Justicia de Eibar", recordó Díaz a los interesados.

Además, "la familia que cree que tiene a su hijo enterrado no debe exhumar los restos, sino que debe denunciarlo al fiscal para que abra la caja". "Si lo hacemos nosotros, luego no vale como prueba", pormenorizó Díaz.

Esta agrupación anunció que también se estudiarán los casos de niños adoptados legalmente, "con lo que se abre un abanico enorme".

"Hay muchas personas que no saben que son adoptadas, aunque la mayoría no dan la cara. Son niños que se han criado en otra familia y están contra la espada y la pared. No queremos destruir la vida de ninguno. Si no nos quiere buscar, nosotros tampoco les vamos a buscar", declaró Díaz.

Cándida Arruti (Orio): "Solucionar esto sería la mayor lotería de Navidad"

"En 1952 mi madre tuvo dos mellizas después de un parto muy duro. Los otros hijos nacieron en caserío y vivieron, pero estos dos, los únicos que nacieron fuera, murieron. No sabemos en qué clínica de Donostia. Ella estaba semiinconsciente y mi padre decía que había sentido a un niño llorar, pero que sería otro niño. El tema se quedó ahí porque, además, entonces era tabú hablar de los muertos. Después, cuando veía el programa de Lobatón, mi padre solía decir: "cambiad de canal, no quiero verlo". Vivió y murió con sospechas. Hemos preguntado por algunas clínicas, pero muchas han desaparecido y tampoco nos ayudan los datos que tienen en el Registro Civil. Y tampoco consta en Polloe así que, ante las sospechas, estamos vacíos. Solucionar esto sería la mayor lotería de Navidad".

Mertxe Aizpurua (Zumaia): "Mi madre ni pensó que le podrían hacer una cosa así"

"Me acuerdo, siendo niña, que mi madre dijo que se fue a Donostia a traernos un niño. Y volvió a los días sin niño. Le decíamos: "Ama, ¿y el niño?". "Ha sido una niña pero me han dicho que por dentro no estaba bien formada y ha muerto", respondía. Nos decía: "Mejor así, si estaba mal hecha mejor". Era el comentario de nuestra madre, hasta que ahora ha empezado este asunto. Pero a ella no se lo enseñaron, solo le dijeron eso. Mi madre estaba bastante indignada cuando vino, pero ni pensó que le podían hacer una cosa de esas. Y había mucho miedo para enfrentarse a los médicos. Eran instituciones muy fuertes. Y las pobres mujeres de pueblo que iban sin más... En el Registro me han dicho que hay partidas a partir de 1957 y ahora me he enterado de que hay que ir a Eibar".

Mª Ángeles Belzunze (Amezketa): "Intentaron robarme, pero mi madre se dio cuenta"

"Mi madre me tuvo a mí, intentaron robarme y ella, que era bastante espabilada, se dio cuenta del percal. Me quitaron de la cuna y mi madre dijo: "quiero a la niña enseguida aquí". Y me pusieron en la cuna. Otra vez me quiso adoptar un matrimonio y a mi madre le dijeron las monjas: "Mira, Dolores, vas a ser una desgraciada. Es mejor que des a la niña en adopción". Y mi madre les debió de contestar alguna burrada. Les dijo que ella me había tenido y que ella me iba a criar. Después, cuando yo tenía tres años, mi madre se casó . Y si mi padre fue un cabrón, que no lo conocí, mi padrastro lo fue más. Abusó de mí. Mi madre fue abandonada en un portal. Lo he sacado ya hace tiempo, lo de los abusos me costó más. Caí en el alcohol, pero ahora ya no hay cosa que me haga caer en eso"

Ezequiel Guerra (Errenteria): "Creíamos que mi hermana había muerto"

"En 1973 nació mi hermana sobre las dos de la madrugada y, a las diez de la mañana del día siguiente, mi padre la vio. Aparentemente, estaba como la noche anterior, pero le comunicaron que se encontraba mal y, después, que había fallecido y que ellos se hacían cargo de todo. Hemos estado todos estos años creyéndonos eso, hasta que ha surgido la asociación. Y es muy coincidente casi todo lo que están contando las demás personas. No teníamos ningún tipo de documentación y vamos a empezar los trámites. Estábamos convencidos de que se había muerto porque los médicos entonces eran dioses, y mis padres gente humilde. Y así nos hemos quedado hasta ahora. Todavía no tenemos constancia del fallecimiento. Mis padres no tienen ningún papel".