Por: Ramón Lobo
El general Petraeus practicando el contacto humano. / Foto ISAF
Actualizado 21.15 / Quemar un Corán en Florida puede matar soldados estadounidenses en Kandahar o turistas occidentales en cualquier parte del mundo. No es el efecto mariposa ni el choque de civilizaciones, es la globalización, la mundialización instantánea de las imágenes y el odio.
El plan de una pequeña iglesia cristiana llamada Dove World Outreach Center de quemar ejemplares del libro santo de los musulmanes el 11-S ha alarmado al general David Petraeus, jefe de las tropas de Estados Unidos en Afganistán, y "preocupado" a la Casa Blanca, que teme a las consecuencias que pueda tener en el mundo islámico. Ya se han producido protestas en Kabul. Una nueva crisis de las caricaturas de Mahoma podría estar a punto de estallar. El discurso xenófobo y fascista de Terry Jones, el líder de Dove Center es en sí un incendio muy poco espiritual...
Un jefe militar estadounidense me explicó en Irak, a finales de 2008, que la guerra moderna -en la que el enemigo no se viste de enemigo sino que se camufla entre la población civil- se libra en muchos frentes, además del militar: en el social, económico y cultural. También dijo que los insurgentes saben estas cosas y emplean las mismas armas en los mismos terrenos aprovechándose de cada error de un enemigo en teoría superior en armas, táctica y tecnología. En Irak y Afganistán han sido numerosos los errores.
Los delitos no los cometen las religiones, los pueblos o las razas, sino las personas. Pastores como Terry Jones no se diferencian de tipos como Osama bin Laden, beben del mismo fanatismo.
Este otro un vídeo muy interesante, En él, Petraeus explica la estrategia político-militar en Afganistán. Fue grabado hace siete meses, antes del escándalo del general Stanley McCrystal, pero entonces, como ahora, Petraeus era el máximo responsable de esa estrategia. Dentro de su equipo de mando hay otro reducido y selecto llamado el Equipo Rojo que tiene como misión pensar out of the box, es decir fuera de lo políticamente correcto, de cómo se han hecho las cosas estos años, pensar con audacia y rebeldía. En Irak funcionó (mas o menos). En Afgansitán está por ver.
http://blogs.elpais.com/aguas-internacionales/2010/09/en-la-globalizacion-no-se-quema-el-coran.html
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