lunes, 16 de agosto de 2010

La Iglesia también quiere recaudar dinero a través de los mensajes a móviles

  El Plural / Macro/Vida
Nueva campaña que pide fondos para la visita del Papa

ELPLURAL.COM

La financiación a través de los mensajes SMS está a la orden del día. Y el Papa no podía ser menos. Con la palabra JMJ en un SMS al número 28004 se donará 1,20 euros al Fondo de Solidaridad para costear parte de los 50 millones de euros que costará la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que protagonizará Benedicto XVI en Madrid en agosto de 2011. La campaña Un año pasa volando es la última de las que reclaman la colaboración económica de los ciudadanos para el viaje a España del Sumo Pontífice. La Iglesia se ha volcado en esta aventura papal. De hecho, el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, ya tiene convencidos desde hace tiempo a 40 de los empresarios más importantes de España para que la apoyen en el plano material.
Según un comunicado, con la campaña Un año pasa volando, que se pondrá en marcha a partir del 21 de agosto y que incluye la difusión de anuncios a través de Internet y televisión, se subraya la “necesidad de inscribirse cuanto antes para colaborar con el Fondo de Solidaridad” y “la fugacidad con la que pasa un año”, que es lo que falta para que la JMJ tenga lugar .

Íntegro
Dentro de Un año pasa volando se incluye la campaña de donativos a través de SMS destinada al Fondo de Solidaridad. Si se envía desde números españoles de las compañías Vodafone, Orange o MoviStar; el coste del mensaje, 1,20 euros, irá a parar íntegramente a las arcas del Fondo de Solidaridad.

“Ya están preparando sus bártulos”
El comunicado explica que “jóvenes de todo el mundo ya están preparando sus bártulos para acudir a Madrid”. Igualmente, señala que varios países han hecho públicas sus previsiones de asistentes: más de 100.000 italianos, 50.000 polacos, 70.000 franceses o más de 25.000 estadounidenses. “Desde países menos favorecidos económicamente, algunos de sus jóvenes necesitan la ayuda de otros para venir” a esta jornada, recuerda el texto.

Mecenas incondicionales
A pesar de que la mitad de los 50 millones que valdrá el evento serán sufragados por las administraciones públicas; Rouco viajó hasta el Vaticano en el mes de julio para prometer a Benedicto XVI en el Vaticano que podía contar con él y con sus mecenas “de manera incondicional y permanentemente”. Emilio Botín, presidente del Banco Santander; César Alierta, de Telefónica; Antonio Vázquez, de Iberia, el presidente de FCC, Baldomero Falcones y el presidente de la CEOE, el arruinado Gerardo Díaz Ferrán; fueron algunos de los que le acompañaron para comunicárselo a Ratzinger.

Donaciones “en especie”
Estos empresarios también aportarán donaciones “en especie”, ya que la organización prefiere huir de la palabra “dinero”. A cambio, obtendrán exenciones fiscales del 80% porque el Gobierno ha declarado el evento “de interés especial”. Por ejemplo, Telefónica proporcionará ordenadores y teléfonos móviles a los trabajadores y voluntarios de la JMJ e Iberia pagará los viajes a España durante esos días de obispos de todo el mundo.

No son los únicos
Los españoles no son los únicos a los que la Iglesia católica pide colaboración material para que su máximo representante pueda acudir a visitarlos. A menos de un mes de que Benedicto XVI aterrice en Reino Unido, de acuerdo con los datos ofrecidos por la propia Iglesia, faltan 3,2 millones de euros, de los 8,5 millones que son necesarios para pagar los elementos pastorales del viaje.

Desde los seis hasta los 30 euros
Por esta dificultad, los asistentes a las tres misas que el Papa celebrará allí deberán pagar una entrada que oscilará entre los seis euros del acto de Hyde Park en Londres y los 30 euros de la misa de Birmingham. La entrada en Glasgow costará 24 euros. El Vaticano ha preferido sustituir el nombre de entrada por el de “pasaporte del peregrino” para que la obsesión por el dinero no chirríe a los fieles.

De los contribuyentes
Las arcas públicas británicas contribuirán de la misma forma al viaje de Benedicto XVI por considerarse una visita de Estado. Las estimaciones iniciales de que los contribuyentes deberán afrontar una factura de 10 millones de euros se han disparado hasta los 14,5 millones de euros.


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