Viaje pastoral de negocios

Mesa de redacción

Sábado, 2 de Octubre de 2010 

Al portavoz de la jerarquía episcopal española, Juan Antonio Martínez Camino, quizá le traicionó el subconsciente cuando afirmó que la próxima visita del Papa Benedicto XVI a Galicia y Catalunya "será un negocio económico y espiritual para todos". Primero dijo económico. O quizá no hubo desliz alguno, y el tal Martínez Camino quien ya ha dejado ante los micrófonos otras perlas como aquella de que la unidad de España es un bien moral, tan sólo dijo lo que hay detrás de este viaje papal, un negocio redondo. En realidad, las verdades fundamentales de la Iglesia católica a lo largo de su historia tienen más que ver con la realidad terrenal económica y política que con el mensaje evangélico de Jesús. Lo que ya no está tan claro es a quién se refiere Camino con el para todos del final. Para las arcas públicas generales no, toda vez que las previsiones de gasto de Galicia son de cuatro millones de euros, a los que hay que sumar otro millón en Catalunya por el paso de Benedicto XVI y los gastos de seguridad y protocolo que asuma el Estado por atender al Papa como jefe de Estado. Y ya es una contradicción que lo que la jerarquía católica llama viaje pastoral, es decir, un viaje para hacer proselitismo y captar adeptos, se convierta en un periplo de Estado que deben sufragar el conjunto de los ciudadanos, sean católicos o no, entre otras cosas porque los católicos no parecen muy dispuestos a apoquinar por sí mismos. Además de lo que ya le ingresa el Estado cada año a través de los acuerdos predemocráticos con el Vaticano. Y sonríe Camino, que esos gastos son "el chocolate del loro". Todos sonreiríamos si el viaje se lo subvenciona Coca-Cola.


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