Domingo 11 de marzo de 2012
¿Tranquilo? Tranquilo Favero, latifundista stroessnerista, sugiere dar palo a campesinos que toman sus terrenos en el Paraguay, dar palo como "a la mujer del malandro".
.
Es
conocido como el “Rey de la Soja” en el Paraguay, y ya sabemos lo
retrógrado y bizarro de cualquier monarquía. Tranquilo Favero, el primer
brasiguayo -término para referir a los brasileros latifundistas asentados en el país- como
se autodenomina, es también tildado como el “satanás” y en sus
declaraciones a la prensa brasilera o paraguaya, se ha hecho notar
sugiriendo “dar palo” a los Campesinos Sin Tierra que reclaman sus
terrenos malhabidos. “Dar palo como a la mujer del malandro”, dijo, y lo dijo en serio.
Es
un propietario ícono del latifundio. Del total de 40 millones de
hectáreas que tiene el Paraguay, con más de 6 millones de habitantes,
Tranquilo favero es dueño de 1 millón, donde prevalece el monocultivo de
la soja. Es cierto, Favero, que se jacta de ser dueño de terrenos en 15
de los 17 departamentos del Paraguay, no esconde su algarabía por “dar
productividad a tierras que no lo eran” y, con esa misma nefasta
energía, defiende públicamente al dictador Alfredo Stroessner, cabecera
de otro de los periodos oscuros del país.
“Los
animales del latifundista Favero viven mejor que los indígenas que
viven alrededor de sus terrenos, algunas de estas comunidades ni
siquiera tienen agua potable, apenas comen; pero los animales de Favero
no, ellos viven mucho mejor”, opina un profesional que se desempeña en
un organismo sin fines de lucro que trabaja con indígenas afectados por
el imperio sojero y que se adscribe al "secreto profesional" que en el
periodismo permite el anonimato.
Alto
Paraná, San Pedro, Canindeyu, El Chaco; son los sectores que cubre la
ominprescencia del brasileño Favero, quien no se calla y, en ataques
publicitados de sinceridad, se muestra como quien es. Este personaje, se
instaló en la década del 70 en el país, en uno de los momentos más
oscuros de la historia paraguaya comprando terrenos a precios ridículos,
cosa que también vocifera Favero en la prensa, jactándose de como en el
Alto Paraná pagó 1 dólar, "con escritura y todo"... con el valor de 50
de las hectáreas que Favero ya tenía en Brasil, podía comprar unas 5.000
en Paraguay.
Hoy, organizaciones
campesinas e indígenas reclaman la devolución de las tierras que fueran
del Estado y que prácticamente, fueron regaladas a personas como Favero
en un país empobrecido, rico en recursos naturales. La vieja historia
que se repite paso a paso, recorrido a recorrido por América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario