TRIBUNA ABIERTA
JESÚS URRA, JOSETXO ARBIZU, MANOLO BURGUETE (*) (*) DE LA PERMANENTE DE BATZARRE - Sábado, 19 de Febrero de 2011
NO tenemos ningún interés en polemizar con los insultos, descalificaciones, verdades a medias o simples mentiras que han expuesto en este periódico el portavoz de Aralar, señor Zabaleta, y otros portavoces del mismo partido. Y lo hacemos a sabiendas de que siempre funciona el aforismo calumnia que algo queda. Expondremos el análisis que realizamos desde Batzarre sobre el nuevo escenario político y la razón política que ha guiado nuestra actuación en estos momentos. Hablando en plata, nos limitamos a exponer, frente a Zabaleta, las razones de Batzarre para no estar en la nueva NaBai de Aralar y PNV. Batzarre participó desde su inicio en la formación de NaBai (su retraso formal se debió a la necesidad de someter a votación la decisión entre sus afiliados), porque entonces era la única opción para avanzar en la unidad de las izquierdas navarras, aunque fuera parcial y aunque se diera entrada a fuerzas centristas que no se auto consideran de izquierdas como el PNV. Previamente, habíamos intentado una coalición de izquierdas con IUN y con Aralar, mas no fue posible al ser desestimada nuestra propuesta. Ahora se están produciendo cambios sociales y políticos que nos afectan profundamente y ante los cuales nos estamos moviendo unos y otros de diferente manera y con diferentes perspectivas. En primer lugar, hay un cambio de escenario para las izquierdas vasco navarras. Existe un deterioro social muy fuerte a raíz de la crisis económica que hace muy necesaria una respuesta clara de izquierdas, y que hace más prioritaria la unidad de las mismas. En segundo lugar, el previsible final de ETA, aún sin haberse consumado, ya está provocando un reordenamiento del nacionalismo-vasco en torno a dos ramas: una con el PNV como eje principal, y otra alrededor de la izquierda abertzale. Esto es muy evidente en la Comunidad Autónoma Vasca y se va a trasladar a Navarra en estas elecciones o posteriormente afectando de lleno a NaBai. Con ello, el nuevo mapa del centro izquierda navarro se va a articular en los bloques socialista, nacionalista vasco moderado, izquierda abertzale e izquierdas inter identitarias. En tercer lugar, NaBai ha tomado unos derroteros diferentes a los que Batzarre había proyectado. Hemos trabajado en el seno de NaBai por un proyecto de izquierdas donde tuvieran cabida las izquierdas nacionalistas, vasquistas y no nacionalistas. Apostamos por reforzar la cuestión social ante el creciente deterioro social, por abrir el vasquismo a la sociedad navarra propiciando un nuevo pacto de convivencia entre las diferentes identidades existentes, por rechazar con toda claridad la acción de ETA y los abusos policiales (cuando se producen), por defender la solidaridad con todas las víctimas de uno y otro lado, por sentar unas bases entre todas las fuerzas de izquierdas y progresistas para conseguir el cambio y, finalmente, por una NaBai consolidada y autónoma para no verse involucrada en las turbulencias partidistas de las fuerzas nacionalistas en la Comunidad Autónoma Vasca. Después de siete años nos encontramos con unos resultados negativos en varias de las cuestiones básicas aquí planteadas. A modo de ejemplo nos referiremos a una de las más significativas. NaBai se ha convertido en una coalición diseñada exclusivamente para las fuerzas nacionalistas vascas. Durante meses han debatido (y ahora se están dividiendo) sobre la integración o no de Batasuna. Pero no han mostrado mayor interés en facilitar la presencia de Batzarre, y menos todavía en poner unas bases asequibles a fuerzas como IUN, escindidos del PSN o personas no nacionalistas de izquierdas. Con todo esto, el panorama que percibimos en NaBai es el siguiente. Su preocupación central no es la referencia o la unidad de izquierdas, sino en unos casos la unidad abertzale (EA-Batasuna) y en otros la unidad de las fuerzas abertzales moderadas (PNV-Aralar). Por otro lado, nuestra previsión es una NaBai temporal, provisional, a expensas de lo que haga ETA, sin futuro después del 2011. Las dos únicas tendencias del nacionalismo vasco que van a emerger (que están imponiéndose ya) en la Comunidad Autónoma Vasca están lideradas con toda claridad por el PNV y por la izquierda abertzale bajo la bandera del soberanismo. Se podrá discutir qué peso va a tener cada una de ellas. Mas no vemos razones para que no se reproduzca esta articulación en Navarra. Y de hecho éste es el principal debate actualmente en el seno de NaBai: o se constituye con el PNV o con Batasuna. Por ello, pensamos que con mayor o con menor rapidez NaBai tendrá que optar entre el liderazgo ideológico y cultural del PNV, o el que representa la izquierda abertzale. Quizá esto no acontezca de inmediato por la confusión y la lentitud observada en el proceso final de ETA; lo cual a su vez genera incertidumbre sobre la legalización o no de Batasuna y, por consiguiente, sobre la plataforma electoral de corte soberanista entre Batasuna, EA y otras organizaciones o personalidades. Pero la tendencia nos parece imparable. Batzarre respeta todas las opciones comentadas y, cómo no, las considera plenamente legítimas, tan legítimas como la nuestra. Pero es un asunto que no nos atañe, pues no nos identificamos ni con el proyecto del PNV ni con el actual proyecto de la izquierda abertzale. Cuando está en juego el bienestar logrado en Europa a lo largo de los últimos 50 años por el movimiento obrero, por las fuerzas de izquierda y progresistas, cuando tenemos el reto de promover un movimiento de respuesta a las agresiones sociales (paro, recorte brutal de las futuras pensiones, deterioro laboral, pérdida de poder adquisitivo, incremento de las desigualdades, pérdida de derechos sociales) y de contribuir modestamente a la formación de un movimiento social poderoso, a escala europea, que frene estos atropellos, que alumbre otro modelo económico frente al neoliberalismo imperante, nos parece fundamental tomar un rumbo de izquierdas. Por ello impulsamos un proyecto que ponga en primer plano reforzar la izquierda, su personalidad, sus valores, sus ideas, su capacidad atractiva, y que avance en la unidad de izquierdas, rompiendo con el muro de separación existente entre izquierdas vasquistas o nacionalistas e izquierdas no nacionalistas. ¿Por qué ha de ser más útil la unidad entre diferentes de la misma identidad que entre izquierdas de diferente identidad, cuando es posible pactar un acuerdo inter identitario satisfactorio para ambas izquierdas a un plazo largo mejorando la situación del euskara, la cooperación con la CAV y con Iparralde, una regulación democrática de los símbolos vascos, etcétera? Por estas razones nos parece irrepetible la NaBai de 2007; de hecho, así se están desarrollando los acontecimientos. Aralar, PNV y el sector independiente afín a Uxue Barkos deben ser consecuentes con lo que son, deben presentar su legítimo proyecto. Pero no deben ofrecer una imagen que no se corresponde con la realidad de lo que fue NaBai, por una razón muy sencilla: había cuatro partidos y sólo quedan dos. Y por estas razones asimismo empezamos la andadura en Izquierda/Ezkerra (n) junto con IUN, con la plataforma por el cambio constituida por antiguos militantes socialistas y con otras gentes.
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