lunes, 8 de noviembre de 2010

Que te pires, BXVI

La visita a España del Papa ha dejado una serie de frases que no han pasado desapercibidas. Desde referencias al laicismo del Gobierno del PSOE (con cuyos representantes se reunió después Benedicto XVI), hasta la invitación a la mujer católica para que se quede trabajando en casa. O no, porque la frase sobre ese tema es tan críptica que no acaba por entenderse, y seguro que suscita mucha polémica.


Por ELOY RABO
Papista observante

Bueno, pues ya ha pasado por aquí Su Santidad el PapaBenedicto XVI (que yo he visto abreviado en un suplemento como BXVI, al estilo CR9 y chorradas así), y ha dejado sus perlas habituales. Le despido encantado de que se vuelva a su casita, que de humilde tiene poco. Y paso, a modo de balance, a recordar algunas de sus frases. Que conste que lo que voy a decir, y las hostias que caigan, se refiere única y exclusivamente al Papa, a Joshep Ratzinger, vestido o no de blanco; y que no voy a repartir estopa al común de la Iglesia Católica. Misioneras, sacerdotes rurales, seglares, creyentes y demás me merecen todo el respeto siempre que hagan lo que tienen que hacer (que en muchos casos es, simple y llanamente, lo que les mandan). Dicho lo cual, que lo es, paso a enumerar.

BXVI ha dicho, por ejemplo, que el anticlericalismo en España está a niveles de los años 30. Peligrosa referencia a un momento oscuro del país que acabó (entre otras cosas por la respuesta eclesial contra el "laicismo") con una guerra civil, con un dictador "por la Gracia de Dios"entrando bajo palio a las Iglesias y dirigiendo un Régimen que consideraba vagos y maleantes a homosexuales como los que se besaron al paso del Papa. Época de monjas dirigiendo cárceles femeninas (véase la película Estrellas que alcanzar, donde Itziar Lazkano lo borda) y de sacerdotes negando tierra sagrada a la mitad del país, por rojos. Eso es fomentar la reconciliación, Santidad. Bravo por usted y por su peculiar sentido de la caridad cristiana. Seguro que Pío XII, aquel Papa "demócrata convencido" que vivió comodamente aquellos años del lado de los vencedores, estaría orgulloso de su actual sucesor.

BXVI también se ha referido a la familia. Que es lo normal, claro. Que yo no le voy a decir que no diga nada de la familia, pues las familias católicas que quieran hacerle caso han de tener sus dogmas bien claritos. Pero tampoco es plan de decir, por ejemplo, que "la Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización". Porque es una frase tan crítica que suscita dudas; y no sólo a mí, sino también a diferentes asociaciones femeninas.

Vamos a ver si alguien me lo aclara. ¿Pasa la Iglesia del hombre, y sólo se preocupa de la realización de la mujer? En ese caso, ¿a santo de qué ese paternalismo con el género femenino? ¿Acaso lo sigue viendo como débil? Una segunda posibilidad es que diga que es la mujer la que tiene que realizarse combinando curro y labores domésticas, y entonces nos preguntamos por qué está diciendo que el hombre no ha de colaborar en estas últimas. Pero hay otra opción, aún peor: ¿no querrá decir el Papa que la Iglesia defiende que el Estado ayude económicamente a las familias para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo EN EL HOGAR su plena realización? O sea, ¿sigue diciendo BXVI que la mujer, donde tiene que estar, es en casa cuidando a los niños?

Me da a mí, francamente, que la frase de la realización de la mujer iba precisamente por esta última idea. Que tu marido trabaje fuera de casa para traer el sueldo, y tú prepara su vuelta para que tenga ganas de regresar al hogar contigo. Que lo de trabajar por ahí es de izquierdosas que abandonan a su familia. Chin, pón. Pues, para decir eso, en vez de tirar de frase críptica, tal vez BXVI debería haberse dejado de retórica vaticana y leer lo que se escribía en los libros de la Sección Femenina, la de Pilar Primo de Rivera, que enseñó tales cosas a varias generaciones de españolas. Y se lo dejó tan claro que muchas nunca se divorciaron e incluso se sintieron culpables cuando sufrían malos tratos físicos y psíquicos. Vamos, que aquello sí era efectivo. Bene, colega, ¿te crees que hacía falta que nos enseñaras algo de eso? Para cuando tú vienes, nosotros ya hemos vuelto.
 

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