martes, 23 de noviembre de 2010

Falta de memoria histórica

LAS DECLARACIONES DE LA NUEVA DIRECTORA DE DDHH DEL GOBIERNO VASCO SOBRE LA ACTITUD "ANESTESIADA E INDIFERENTE" HACIA ETA OFENDE A LA SOCIEDAD VASCA Y A LOS NUMEROSOS COLECTIVOS QUE HAN LIDERADO ESTA LUCHA
Sábado, 20 de Noviembre de 2010
EL 5 de febrero de 1981, Bilbao fue escenario de una de las primeras multitudinarias manifestaciones en contra de ETA ante el secuestro del ingeniero de Lemoiz, José María Ryan, que sería asesinado un día después. El mazazo de aquel atentado provocó una huelga general apoyada por la mayoría política y sindical del país. La manifestación que tuvo lugar en las calles de Donostia fue reprimida por minorías de la izquierda abertzale radical y una de las piedras rozó al lehendakari zaharra, Jesús María de Leizaola, que encabezaba la protesta. En 1986 se constituyó Gesto por la Paz de Euskal Herria, plataforma plural y activa contra el terrorismo que, a través de numerosos actos y manifestaciones, encauzó la rabia y la denuncia contra ETA y la defensa activa de todos los derechos humanos. Sus convocatorias estuvieron respaldadas por miles de personas y su tarea a favor de la paz fue merecedora del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1993. Ese mismo año, y con motivo del cautiverio del ingeniero donostiarraJulio Iglesias Zamora, el lazo azul que simbolizaba la denuncia del secuestro activó la lucha contra ETA y las solapas se llenaron con este símbolo que se repetiría en los siguientes secuestros. Varias personas fueron agredidas en las calles de Euskal Herria por portarlo. Durante la construcción de la autovía que conecta Gipuzkoa y Nafarroa, ETA asesinó a cuatro personas y la continua presión del terrorismo en contra de esta infraestructura motivó grandes protestas en las calles de Donostia. Desde el Gobierno Vasco, con José Antonio Ardanza yJuan José Ibarretxe como lehendakaris, se impulsaron el pacto de Ajuria Enea y las políticas en reconocimiento de las víctimas de la violencia con la constitución de la Oficina de Víctimas -que dirige la militante socialista y viuda del exgobernador de Gipuzkoa, Juan Maria Jauregi- y la puesta en marcha de la Ley de Reconocimiento y Reparación a las víctimas del Terrorismo, aprobada con la única ausencia de EHAK. Estas referencias, y muchas más (como las multitudinarias protestas por el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco), debería tenerlas en cuenta la recién nombrada directora de Derechos Humanos del Gobierno Vasco, Inés Ibáñez de Maeztu, antes de afirmar que la sociedad vasca ha estado "anestesiada e indiferente ante los efectos perniciosos del terrorismo de ETA" hasta la llegada de Patxi López a Ajuria Enea. Se llama memoria histórica.

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