Balance provisional de las graves violaciones de los derechos humanos perpetradas por las fuerzas de ocupación marroquíes contra la población civil saharaui durante los días 8 y 9 de marzo de 2010.
Una nueva oleada represiva de Marruecos se abate contra la población civil saharaui desde el 8 de marzo de 2010, sobre todo el conjunto de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, principalmente en las ciudades de Dakhla, El Aaiun y Bojador.
Las fuerzas marroquíes de ocupación han perpetrado graves violaciones de los derechos humanos: tortura física y otros tratos inhumanos, crueles y degradantes que conciernen a la vida privada, a la libertad de expresión, a la libertad de reunión y de asociación pacífica, entre otras.
A modo de recuerdo, la población civil saharaui de los territorios ocupados está protagonizando desde el 21 de mayo de 2005 un levantamiento popular bajo el nombre “INTIFADA PACÍFICA POR LA INDEPENDENCIA” para reivindicar la celebración de un referéndum de autodeterminación, así como la liberación de todos los prisioneros de opinión y el esclarecimiento de la suerte seguida por más de 500 personas saharauis desaparecidas.
Las tropas marroquíes están llevando a cabo una política de exterminio del pueblo saharaui desde el inicio de la invasión, el 31 de octubre de 1975. Han bombardeado a los nómadas saharauis con napalm y fósforo blanco, con el apoyo de Jaguars franceses, han quemado sus pueblos, asesinando a familias enteras, han torturado a los hombres y violado a las mujeres delante de sus propios padres, saqueando sus tiendas y masacrando a sus rebaños. Estos actos de barbarie forman parte de un plan preconcebido y sistemático de exterminio de todo un pueblo en medio de la inmensidad del desierto, donde la supervivencia ya es de por sí difícil en condiciones normales.
Treinta y cinco años más tarde, el régimen alauita marroquí sigue utilizando todos los medios a su alcance, para reducir al pueblo saharaui al silencio, incluida la utilización de una fuerza desproporcionada contra mujeres y hombres que lo único que hacen es ejercer sus legítimos derechos a reivindicar de forma pacífica su derecho a la dignidad.
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