sábado, 5 de enero de 2013

Propuesta de diputado Olmedo de castrar a violadores y pedófilos genera airado rechazo y rictus de dolor de obispos

Curas consta castración
Erectos. Los miembros de la Iglesia se paran frente a la idea de castración a violadores.
“Que castren a montoneros para evitar que se reproduzcan, todo bien; que castren a agitadores sociales por el mismo motivo, está perfecto; pero que castren a violadores y abusadores, que son criaturas de Dios, constituye una acción inaceptable, condenable, repudiable y muchas otras palabras altisonantes terminadas en -able”, sostiene el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, respecto del proyecto que presentó el diputado nacional salteño Alfredo Olmedo –cercano al Pro– para impulsar una ley que contemple ese método correctivo. “Creemos que la castración a pedófilos, abusadores y violadores significa cercenar los derechos de los mismos, y cercenar es un hecho doloroso, muy doloroso”, continuó Bergoglio con un rictus que sugería sufrimiento. “Es una pena que Olmedo, que ha luchado por reinstaurar el Servicio Militar Obligatorio y se opone a la legalización de las drogas y al matrimonio de seres de sexualidad enferma, entre otras buenas iniciativas, haya caído tan bajo”, concluyó, sin que el rictus se hubiera disipado del todo.

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